No nacemos lectores. Nos hacen. Por lo tanto, antes tuvo que haber alguien que nos tendiera un libro y nos ofreciera la oportunidad de conocer otras personas, parásitos y/o divinidades fuera de lo normal. Cada uno podemos contar cómo fue nuestra primera experiencia entre palabras, líneas, párrafos... entre páginas de bendita locura; tan bendito que caemos una y otra vez y nos atrapamos. Nos absorbe un nuevo libro, un nuevo mundo. Descubre cómo Bea consiguió su propia locura entre libros.