Hay días en los que necesito saber si aún me recuerdas. Porque yo sí. No dejo de pensar en aquellos momentos que viví a tu lado. Aquellas tardes en las que al caminar por ese callejón teníamos que mirar atrás para estar seguros de que nadie nos seguía. Sabíamos que lo nuestro era algo prohibido. Que nos lastimaríamos. Y aún así decidimos arriesgarnos. Tú y yo. Sabíamos a que huracán estábamos entrando.