vida por vida

-oye carlos-dijo samuel
-¿que pasa?-dijo carlos
-¿habrá algún día en que estemos tranquilos?-
-no lo se, por lo menos sabemos que en la cama no-dijo carlos sonriendo
-esto es serio, aun tengo miedo de...ya sabes-dijo samuel
-si, yo también tengo miedo de que uno de los dos se valla...por eso quiero que prometamos algo-dijo carlos extendiendo su dedo meñique, luego samuel hizo lo mismo.
-¿cual es la promesa?-
-la promesa es que quien este en su lecho de muerte, no demos monólogos cursis, y si es en tu caso, trata de no llorar, o al menos no en presencia de todos-
-sabia que eras idiota, pero esto es severo-dijo samuel molesto
-si, pero agradece que soy idiota solo contigo-dijo carlos abrazándolo en la cintura, para después besarlo.
-bueno, pero trata de decirme las cosas que dejaras en tu testamento, para poder empeñarlas-dijo samuel
-despues yo soy el idiota-dijo carlos
-pues es lo unico que me calmara...al menos dejaras decirte te amo-dijo samuel agarrando el cuello de carlos
-no, mejor dímelo ahora que tienes oportunidad-dijo carlos