Era bastente impredecible saber en qué estaba pensando tenía mucha ilusión por cambiar el mundo pero esa ilusión poco a poco se fue desvaneciendo al darme cuenta que cambiar el mundo supone también cambiar la configuración de las personas que habitan en él. Me llamo Alex un chico de veinte años apasionado por el mundo de la tecnología, mi vida dió un giro en la secundaria cuando me enamoré por primera vez de una chica llamada Jenny, ella era una chica de clase media alta, tenía los ojos marrones,el pelo negro y una estatura media,la consideré inaccessible para mí.Razones había suficientes para creer que ella no me convenía como que yo era un friki. Nunca imaginé que podría enamorarme era un sentimiento bastante extraño que incluso en terminos de física no encontré definición valiosa. Es mas supe que el amor era bastante complejo como para reducirlo en terminos de la física o de la química, no tenía explicación por lo que me quedé confuso. Era domingo dos y media de la tarde era la primera comunión de mi prima Nancy decidí salir de la fiesta e ir a la plaza del barrio a dar una vuelta, sentado y reflexionando sentía que quería volar así sin más. Entonces cerré los ojos pude sentir la brisa acariciar mi cara, al abrrir los ojos ví a Jenny sola sentada en la plaza en ese momento sentí que quería algo con ella, lo que sentía era algo magicó más allá de lo que era la apariencia y más cercana a la realidad, quería estar con ella.