Siglo XVIII La Vizcondesa de Preston por motivos desconocidos manda a su única hija Alice, una temporada a la mansión de los Williams encontrándose así a un Conde encantadoramente narcisista y exasperante que pondrá su pequeño mundo de cabeza. *** -¡No puedo crer que te caiste de sentaderas en un arbusto espinoso!- entró Thomas soltando unas carcajadas que sentía que se escuchaban por toda Inglaterra. Mi cara se tornó de un rojo intenso. -¡Cállate y sólo dime que quieres de premio! Él siguió riendo un rato más hasta que pudo contener su risa. Se limpio unas lágrimas que se le habían escapado por la risa y se tornó serio. ¡Este Conde es bipolar o qué! -Quiero una cita contigo!