Mitchelle Dallas está en su último año de instituto, y muy mal se le tendría que dar para entrar en la carrera que quiere desde pequeña. Tiene muy claro su camino, pero hasta ahora no había tenido en cuenta los obstáculos que habrán de por medio y uno de ellos se llama Ashton Levinson. Mitchelle no tiene el amor entre las primeras cosas de su lista, pero es que si del amor al odio hay un paso, del odio al amor hay medio.