Adara es una niña de nueve años que vive una pacífica vida en un lejano pueblo perdido en las montañas. Su día a día es como el de cualquier otra pequeña, tiene a sus padres y a su adorable hermana pequeña. Va a la escuela, saca buenas notas, tiene amigos y sobre todas las cosas le encanta el invierno. Todo marchaba bien, hasta la llegada de una trágica noche que lo cambiará todo.