Mi vida durante el día era un completo aburrimiento, sin ninguna atrayente historia que poder contar. Por las noches, todo cambiaba. Mis pesadillas caracterizadas por la repleta soledad en aquella mansión eran tan espeluznantes y repetitivas, que incluso a veces las llegaba a considerar reales, convirtiendo así mi vida de un eco cautivador y sin sentido alguno. Hasta que un día, todo empezó a cambiar. La situación repetitiva de mi pesadilla empezó a tegiversarse en forma de sueño cuando apareció él, o al menos eso creía en un principio. Lo que debía recordar siempre que estaba en aquel lugar era que, cuanto más tiempo transcurriese, más débil me volvería, o al menos eso me advirtió alguien una vez. *Está totalmente prohibida su copia y/o adaptación.