Steven Liv ha cumplido su misión, aunque a veces él desea jamás haber terminado con esa etapa de su vida. Las cosas cambiaron drásticamente para él: el futuro que había imaginado junto a Emma no fue y ahora tiene muy en cuenta que tampoco podría ser, su función de protector ya no es necesaria para el presente del mundo celestial y parece que quedó relegado de cualquier actividad que implique el mundo de los ángeles. Quizás es su turno de vivir una vida normal, como un humano común y corriente, pero eso, para él, no existe en su vocabulario y pronto lo sabrá. Gracias a @DanyZarahi por la preciosa portada. *-*