Si Mei no necesitara el dinero para poder vivir, supongo que no madrugaría todos los días para entregar el periódico. Pero gracias a esto, ella ha hecho que enviarle notitas a un extraño, se convierta en hábito. Uno muy agradable para ella. ¿Esta persona leerá sus notitas? ¿Responderá? ¡Los invito a acompañarme en esta simpática historia!