Cada cicatriz tiene una historia, una historia que sólo su víctima puede contar, dicen que los golpes de la vida te vuelven fuerte, si tan solo un amor te de el golpe más fuerte de tu vida, ese golpe que te deja dudando, confundiendo todo, ese golpe hermoso, porque se siente como el primer amor, pero el primer amor, siempre es la cicatriz más profunda y dolorosa. Estas son las cicatrices que yo vengo a contar, pensamientos reprimidos que no pasaron a ser cicatrices, pero si, pequeños rasguños, esos gritos que acumulas te consumen y te quitan la vida, yo no quiero que me quiten la vida sería un suicidio automático, por eso se los quiero contar para dejar de callar lo que siempre quise gritar.
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