Hace mucho tiempo vivió un niño muy pobre llamado Tom. Tom era un niño muy bueno que, a pesar de no tener ningún juguete, era muy feliz. Un día, a Tom se le ocurrió ir al palacio real al ver el cambio de guardia. Aunque hacía mucho frío, a Tom le gustaba ver a los guardias, tan disciplinados y bien vestidos. Mientras Tom miraba maravillado a los guardias, uno de ellos, al verlo sucio y harapiento, le dijo que se fuera. Iba a hacerlo cuando, de repente, alguien se lo impidió. -¡Niño, no te vayas! -dijo el personaje misterioso-. Ven conmigo. Vamos a jugar. El personaje misterioso, que era un niño de la misma edad que Tom, resultó ser el príncipe.All Rights Reserved
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