- Lou, ¿Prometes estar por siempre a mi lado? - preguntó el pequeño Harry a su amigo imaginario alzando el dedo meñique. - Claro que si Harry, seremos por siempre los mejores amigos - respondió Louis con una enorme sonrisa uniendo su pequeño dedo con el del rizado, sin sorprenderle el hecho de que nunca antes había dicho palabra alguna.