Podría decir que Coraline Collins era una chica normal, pero entonces estaría mintiendo. Coraline nunca había tenido una vida del todo normal, y siempre le había gustado soñar en grande. Demasiado diferente para relacionarse con mucha gente y muy ocupada para pensar en el amor, ningún chico había conseguido traspasar las barreras de su corazón en sus 22 años de vida. Un buen día decide perseguir sus sueños e ir a Corea, donde un grupo de chicos cambiará su vida para siempre. " -¿Seven Seasons? -preguntó Sam - ¿Vas a ser la estilista de uno de esos grupos de...? - K-pop, si -asentí orgullosa mientras ella me miraba como si acabará de echarle sal al café -. Algo así. - Cora... ¿Tú, rodeada de chicos por propia voluntad? - No exageres, tampoco se me da tan mal tratar con ellos -me crucé de brazos. - Mi problema no eres tú, son ellos. ¿Y si te enamoras de alguno y...? - No tengo tiempo para enamorarme. No hasta que no cumpla mis sueños. - Eso dices ahora, pero..."