Frank Iero, es un guitarrista "levemente" enamorado del vocalista de la banda a la que pertenece, Gerard Way.
Tiene todas las posibilidades de acostarse con él si eso busca, pero Frank, impulsado por fuertes emociones, decide redoblar la apuesta y adentrarse a lo más profundo de los sentimientos de su depresivo amigo. Él busca enamorarlo, hacer de esto, algo más que un estúpido juego, pero Gerard tiene ideas muy diferentes para relacionarse con él.
No obstante, Iero era del tipo que cumplía sus objetivos, aunque estos le tomen años; tatuarse la piel era un claro ejemplo, así como también vivir de lo que más amaba, la música. Pero el punto aquí era su nueva meta.
Años perdidos, una frase cliché y un corazón roto, es lo más probable que le deje este nuevo capricho y locura.
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Primer Frerard que escribo. Una pequeña obra de no más de diez capítulos cortos. Espero les guste.
«Porque no importa cuántas veces se quede dormido, vuelve a despertar una y otra vez, medio ahogado. Los residuos de las pesadillas se aferran como una telaraña a su única retina ilesa hasta el final del día, cuando vuelve a dormir. Ahí todo se repite, es un ciclo. »
Sunny continúa lidiando con los estragos de confesar la verdad.
• One-shot.
• La imagen de la portada no me pertenece.