El día que Mika conoció a Noah pensó que semejante arrogancia no podía convivir con semejante cuerpo, es decir. ¿Puede ser el destino tan intrincado para darle a un hombre tanta belleza y arrogancia a la par? - ¡Mira por donde vas!- La voz de Mika gruñe. - Preciosa, si eres tan buena gruñendo en la cama, como lo eres aquí, definitivamente yo te invito a la mía. Pues si, el destino se las había dado y que los salve quién pueda. Historia creada por Chicdreams-Chicgirl. ¡No copies, inventa!
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