Positivo. Ese fue el resultado de la prueba. Ser mujer no es fácil, se necesitan cojones para mirar la prueba y aceptar y resignarse a procrear el hijo de un hombre al que ya no se ama. Pero ser hombre tampoco es cosa sencilla, se necesitan mas cojones aun para aceptar y resignarse a rechazar a tu obra maestra: a tu hijo. La vida nos muestra siempre, dos alternativas: A) Tienes a tu hijo y te condenas en este mundo, porque no estabas preparado para tenerlo. No ahora, no con esa mujer. B) Abortas a tu hijo, y te condenas en la siguiente vida, que mas da, es eterna. Habra un lugar en el infierno esperándote. Pero que tal si te ofrecieran una opción C) Y te permitieran ver a tu hijo crecer en los brazos de otro hombre que no eres tu, que no es su padre verdadero. ¿Que harias si los vieras correr a sus brazos y llamarlo "papi"? Cuando a ti jamas te conocerán. ¿Buscarías una oportunidad para resarcir tus errores? Esta es la historia de Julian Quintana. El hombre que lo perdió todo por querer ganarlo todo, cuando ya lo tenia todo...