Un dia mas en el que no pasa nada, Clary se miraba en el reflejo de la unica ventana del salon de entrenamiento estaba agitada y el sudor corria por su frente y tambien podia sentirlo en su espalda, miraba con atencion su reflejo le gustaba lo que veia por primera vez en mucho tiempo, parecia que por fin se habia acostumbrado a la imagen que veia, esbozo una media sonrisa,si, hasta podia decir que le gustaba.
Se estaba impacientando cada dia transcurria lamisma rutina. " Esperaremos cuanto sea necesario, nuestro momento esta cerca, Clarissa." Uno de los clasicos sermones de su padre, Valentine Morgestern podía convertirse en la viva imagen de la paciencia, si así convenía a su "eterno plan" como lo llamaba Clary, o su "gran mision" como lo llamaba el. Pero la paciencia nunca fue el fuerte de Clary y el entrenamiento junto al esfuerzo físico le servían para descargar tanta impaciencia e ira reprimida.
Como sea se dijo a si misma, lanzando la ultima daga que tenia en su mano y acertando en el centro como siempre, nada lograría dándole vueltas al asunto, al fin y al cabo ya estaba decidido, no importaba el tiempo que pasara ella no actuaria hasta que su padre diera la orden. Así eran las cosas, asi la había educado su padre para actuar y ejecutar la planeacion y la estrategia se las reservaba para el, no es como si a ella no se le dieran bien ambas cosas, pero el era quien estaba a cargo después de todo.
Abandono con paso decidido el salón, comenzaba a caer la tarde y tenia una reunion importante acompañando a su padre. entro a su habitacion dispuesta a tomar una ducha y a prepararse con esmero, debia lucir imponente al lado de su padre, a la altura de el, cosa que no era facil de lograr.