Ah veces caemos en la rutina, nos encariñamos de alguien que sabemos que no nos fallará y/o queremos creerlo. Vivimos pensando en que si tuvimos un mal día hoy, mañana será diferente, queremos amar pero tenemos miedo a ser heridos, queremos confiar pero tenemos miedo a ser traicionados, la gente vive culpando a los demás de sus fracasos, de su propia infelicidad, porque.... nunca queremos ser los culpables. Queremos ver lo que queremos ver, a pesar que sepamos que la realidad es diferente, por miedo..... ese miedo que mata te vuelve cobarde y débil. Tratando que nuestras emociones no nos afecten, ocultando nuestros sentimientos, por el bendito miedo a que descubran nuestro punto débil. Buscamos el camino más fácil y muchas veces mentimos para postergar las consecuencias porque somos cobardes pensando que el futuro no llegará cuando los años no te esperan, mientras la verdad no te carcomerá el alma, puede que tenga consecuencias pero al menos lastimarás menos. Autora: Esperanza.