Sarah es una de las muchas mentes incomprendidas camufladas en la sociedad. Es una joven completamente normal. No tiene una belleza que sobresalte, tiene cierta popularidad y tampoco le faltan amigos. Estudia para sacarse una carrera que le asegurara un futuro ''digno'', y sus padres, como la mayoría, se pasan gran parte de su tiempo trabajando, manteniendose distantes a ella. Su vida transcurre sin mayores sobresaltos, sin grandes alegrías ni grandes tristezas, cumpliendo con sus obligaciones estudiantiles y sociales, siendo parte de la rutina cotidiana que a su alrededor se llevaba. Pero Sarah siente que no es feliz, Sarah comienza a cansarse. No tiene un objetivo en la vida, no sabe donde debe dirigir su vida. Una mañana, Sarah decide acabar con su vida. Dispuesta a morir, publica sus ultimas palabras en una pequeña red social llamada ''Suicide Watch''. Entre comentarios que tratan de empatizar con ellas y comentarios intentándola convencerla para que no lo haga, sin mucho éxito, la respuesta de cierto usuario destaca entre todos, un comentario que provocará un cambio drástico en la visión de Sarah en cuanto a su vida.