Entonces él llego como un remolino, destruyendo y moviendo todo a su paso, pero un remolino con un objetivo. Yo. "Se mío" Dijo el chico de cuerpo fornido al chico achinado del otro lado de la barra. "¿Qué?" Pregunto consternado y sorprendido al chico de ojos avellanas que lo veía con un brillo en los ojos. Portada hecha por: Mauritha