Trataba de ser sincera, arreglar lo imposible, cruzar lo prohibido, cargar con lo indescriptible... Lucy, una chica de 16 años, vive su vida a lo máximo que una adolescente puede vivirla: fiestas, graffiti, independiente, deportes... Y lo malo de ella es que es muy poco responsable. Cursando cuarto, no puede ir a peor. Sus padres quieren meterla en una especie internado de Inglaterra, pero no muy estricto, porque ellos tienen mucha compasión por ella. Y ahí conoce a William.