Dylar está acostumbrada tener la atención de todos y todas y prácticamente eso le encanta. Y cuando algo le interesa, sea malo o bueno, no se detiene hasta que lo consigue. Tiene a todos los chicos comiendo de su mano, pero lo que no sabe es que aunque ponga todas sus cartas en la mesa ese jueguito de engatuzar que tiene no le funcionará con el chico del pelo alocado. Trata de jugar el juego a su manera y que todos la sigan, pero lo que no sabe es que el chico ya tiene su propio juego y sus propios trucos bajo la manga que harán caer a Dylan en la gran realidad. ¿Sabrá Dylan desifrar todo?¿Seguira con el grandioso juego? ¿o se dejará rendir con el grandioso Black Jack que el chico tiene para ella? TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE ESTE TEXTO. CUALQUIER PLAGIO DE CUALQUIER MEDIO TOMARÉ MEDIDAS LEGALES. RESPETEN.