Todos sabemos que la vida comienza desde el nacimiento y termina hasta que la muerte nos lleve, pero ¿Qué sucede si una vez que nazcas ya no estás destinado a morir, y la única forma de salir de esa forma de vida, es llevándote a tu propia muerte?
Esta es la historia de Evan, nadie pudo alguna vez entrar en su corazón, porque él no lo permitía, sabía el riesgo que podría tomar enamorarse, y la única solución que halló fue sellar su corazón con mármol, piedra, sangre y pincel.
La muy desquicia y fenomenal Ana caerá en su encanto, una más, pero la diferencia es que ella no se rendirá fácil, y para Evan será difícil librarse de Ana, porque ella es lo suficiente testaruda e insistente para permanecer cerca de él.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...