|NUEVA VERSIÓN| Su pálida piel estaba dibujada de cicatrices disimuladas con realidad, él no sabía que estaba desalmado, no sabía que lo que cometía era venenoso, que no era sensible. Connor se refugiaba tras una sonrisa llena de melancolía y superioridad. Connor no media las consecuencias de sus actos, y sus ojos no veían más allá del percance de sus miserias y sus sandeces. Connor era toxico, y si no fuese por sus sonrisas, yo me hubiese atascado desde un inicio.