Cuando estamos enamorados de una persona, le hacemos demasiadas promesas, pero al final casi nunca se cumple. La vida sigue y continua y las promesas quedan en el aire y los recuerdos que quedan parecen tinta de sangre que se escribe en nuestro corazón y terminamos rotos y destrozados y nuestro mundo cae encima. Pero a Alahia no se le terminaron las promesas hacia Max solo un accidente pudo hacerlos separar, Max murió y ahora Alahia no sabe como superar esa etapa. Alahia obtiene una beca en Canadá y decide ir, dejando todos los recuerdos que tenia en Sudamerica.