Ángel siempre lo ha tenido todo. Siempre se sale con la suya. Tiene mucho dinero y nadie que le pare los pies, hasta en lo que él llama una broma pesada hay más afectados y sus tutores deciden darle una lección. Un año de servicios a la comunidad en un centro de personas sin hogar como voluntario. Si no, perderá todos sus privilegios. Bibiana sabe desde pequeña lo que es buscarse la vida. No confía en los adultos. Solo cuenta con su hermano pequeño, y va a hacer lo posible para sacarlo del circuito de casas de acogida que han estado desde que tienen uso de razón. No tiene tiempo para tonterías. No tiene tiempo para pijos arrogantes y egoístas. Pero ¿Qué pasaría si se vieran obligados a pasar tiempo juntos? Algunas partes de la historia pueden herir la sensibilidad del lector. Portada hecha por @Madame_Miau