Estaba en mi casa tranquilamente, haciendo los deberes. Sin embargo, no podía concentrarme, ¿que por qué? Pues la razón más extraña que podreis imaginar: en realidad soy una superheroina, Ladybug, que lucha contra unas criaturas malignas llamadas Akumas que poseen a la gente. Mi deber es purificar a esas personas con el poder que me ha otorgado una criatura mágica llamada Kwami. Si, ya sé que es una locura, pero es la verdad.
En fin, como decía, estaba haciendo los deberes, pero mi Kwami, llamada Kiki, no para de distraerme...
-¡Vamos, tu puedes! ¡Sigue así!-no paraba de decir Kiki.
-Kiki, ¿podrías dejar de animarme? No me puedo concentrar...-dije.
-Ups... lo siento-respondió soltando una risa dulce.
Decidí hacer un descanso, así que empecé a ver la televisión. Haciendo zapping, ví que estaban atracando un banco.
-¡Mira Kiki!-le dije-Ya sabes que hacer, ¡hora de transformarse!
Entonces, me transformé en Ladybug, mi alter ego. Fuí rápidamente al banco trepando de edificio a edificio.
-Buenas, My Lady~-dijo una voz.
Grité, pues no me lo esperaba. Entonces, como reflejos, ataqué. Era Chat Noir, otro super heroe que me ayuda a salvar a las personas. Él estaba boca abajo, coqueteando, como siempre. Por accidente, le tiré al suelo por el golpe que le dí.
-Au...-dijo, tumbado.
-Emm... Lo siento.-contesté.
Aunque decía eso, lo que pensaba era: "Que idiota. Ojala me deje en paz". El banco estaba al lado. El edificio estaba rodeado de policías. Bajamos de los edificios y preguntamos que que había pasado.
-Un hombre encapuchado está robando todo el dinero, aunque desconocemos porque. -nos dijo un policía.
-Entiendo. Gracias por la información.-respondí.
Entramos, sin embargo, no había nadie.
-Ahora que hacemos, My Lady-dijo, coqueteando otra vez, Chat Noir.
-Argg... deja de llamarme así.-respondí, frustrada.-No sé como podemos encontrarle, ¿alguna idea?
-¿Que es eso...?
Giré y ví un líquido rojo en el suelo.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?