Son tantas las vidas que tiene que arrastrar la Muerte consigo, tan vieja y desilusionada con su trabajo, que tiene un poco de ayuda. Sus ayudantes, seres que cumplen las órdenes de su reina, van allá a donde ella diga, matan como ella diga y convierten en sombra a quien ella diga, porque cuantos más sean ellos menos trabaja ella. La Muerte no tiene tiempo para pensar en un nombre para ellos pero, para su suerte, a sus ayudantes les sobra el tiempo, pudiéndose denominar así los akyggels.
El akyggel de este micro relato se verá sorprendido ante una humana, a quien lejos de convertir en una sombra, convierte en la peor pesadilla de su mismísima reina.
◐ En el puesto #6 del concurso #AliadosDelTerror ☜