Un Ángel Perdido

Ángeles. Seres puros, asexuados, guerreros alados que bajan de los cielos solo para luchar por el bien y ayudar a los que sufren... Eso era lo que contaban las viejas historias del pasado y era lo único que Nereida sabía de estos maravillosos seres celestiales, hasta que se topó con uno y descubrió que no puedes fiarte de las historias, porque nunca son verdad.
Nereida, como futura doctora que es, sabe perfectamente que los ángeles no existen, como no existe la magia o los duendes. Por tanto, Mateo solo es un pobre chico enfermo con mucha imaginación. No importa que de vez en cuando aparezca en lo alto de una azotea cerrada o en medio del bosque desnudo. No puede ser un ángel. Aunque el hecho de que sea tan guapo y encantador está distrayendo a la joven de los asuntos a los que realmente debería estar prestando atención; como a no meter la pata para que la jefa de enfermeras (que la odia) deje de gritarle, o la sospechosa conducta del siniestro director del centro, incluso a la compleja situación del país con tanto ataque rebelde en contra del Gobierno Absoluto.
Sí, mucho mejor haría preocupandose por cualquiera de esas cosas en lugar de quedarse embobada escuchando las increíbles historias de Mateo, el supuesto ángel perdido.
Novela independiente.