¿Cómo es que nadie le oyó?. Sus gritos ya no se escuchaban, se estaba hundiendo a el fondo del mar, se estaba rompiendo y sus pensamientos y demonios lo traicionaban. Suicidarse era uno de sus pensamientos más seguidos, lesionarse era su forma de "sanar" su dolor emocional y su mejor aliado. A veces juzgarse ya era tan mecánico, tenerse odio y repulsión era su rutina; encerrarse en si mismo era su escudo como el de muchos...Pero, da igual, a nadie le importa un chico gay suicida que su único error fue escuchar comentarios de gente estúpida que tiene un cerebro en forma de maní.