Te vi caer entré mis brazos, cansado, roto, devastado. Tus ojos hablaban más de lo que podías articular. Y fue cuando me dí cuenta de lo que perdí. De quién perdí. Pero ya era tarde, te habías ido, dejándome el remordimiento de ya no tener el derecho de estar contigo. "Díganme, ¿Quieren leer un cuento perfecto?"All Rights Reserved