Dos vidas y dos caminos. Pasan tan cerca pero no se tocan. Viven tan cerca pero no se conocen. Una rutina para cada uno y una sola vida para los dos, pero, ¿esto es suficiente para ellos? A veces se sienten vacíos e incompletos. Una vida y un camino no los completa del todo. Una vida la tiene ella. Flojea, vive y organiza todo para que cada cosa funcione, no vive en verdad, sólo le funciona. Otra es la de él. Vive enfocado en vivir su día a día, pero no vive, solo le funciona. Quizás un día todo cambie y tanto él como ella vivan algo que rompa su rutina de raíz y pasen a en verdad vivirla. Sin embargo, sólo el destino y el tiempo pueden decidir eso. Los días pasaban y con él, la vida de estos sujetos. Nada cambiaba, una rutina inalterable, Sin embargo algo que ninguno de estos dos sujetos esperaba que pasara, pues, pasó.