Sus ojos cerrados, su pecho subía y bajaba, el ruidito de las maquinas junto al olor a hospital, sus labios morados con su pálida piel, la bata de hospital y la suave sábana blanca. Está dormido, quiero convencerme de eso, me lo repito una y otra vez en la mente, deseando que en cualquier momento se haga realidad y va a despertar. Matías por favor, vuelve conmigo -Hola amor-Saludo a penas entro a la habitación sin esperar una respuesta-Te quería pedir un favor-Me senté a su lado y tome su mano, mi voz estaba tranquila, mi voz estaba bien hasta que sentí su piel, fría y con marcas del accidente,. Fue ahí cuando me rompí empecé a llorar, rompiendo toda la compostura que trate de guardar, toda esa fuerza que trataba de demostrar-No me dejes. Matí, por favor, no me dejes-Rogué con lágrimas en los ojos. Yo cerré los ojos y el ya no estaba conmigo.