Clarissa Collins tenía el mundo organizado. Tenía clara que carrera iba a estudiar, organizaba los parámetros de las calorías que ingería, planeaba sus lecturas e inclusos los pequeños deslices..., sabía cómo y cuando iba a emborracharse, con que chico iba a permitir perder el raciocino. Hasta el más ínfimo detalle esta meticulosamente resuelto. O al menos eso era antes de arrastrar su maleta al metro y despedir a sus padres en la estación. Esto marcaría un antes y después en Clary; un antes y después que tenía nombre. Un antes y después que era él. Clary tenía establecido los parámetros de las relaciones que iba a mantener, pero estos quedaron inflamados en llamas cuando él entró en juego. Desenfreno. Miedos. Horrores. Peligro. Lucas Griffin, después de todo, es peligroso.