La raza humana ha evolucionado. Una minoría de la población es capaz de usar del ochenta al cien por cien del cerebro, lo que les concede a cada uno cierta habilidad o habilidades relacionadas con su personalidad, llamadas Askrïch. Tyler, un chico poco común tiene la capacidad de manipular el elemento del fuego a su antojo junto a algo mucho más interno, es capaz de llevar a la realidad todo lo que imagine. Sea lo que sea pero, no es consciente de ello. Su vida le forzó a crearse una realidad alternativa, su propio mundo, y sin saberlo, poco a poco los dos mundos colisionarán, creando algo verdaderamente oscuro, fantástico y grotesco.