8 Partes Concluida Contenido adultoHay momentos en la vida en los que la realidad parece desmoronarse ante nuestros ojos, como si todo lo que construimos, todo lo que creemos ser, se desvaneciera en el aire, dejando solo un eco de lo que fuimos. Es en esos momentos de silencio, cuando el mundo parece
detenerse, que nos enfrentamos al abismo más profundo: nosotros mismos. Para algunos, el abismo se manifiesta como un vacío constante, una sensación de caer interminablemente, de ser arrastrados por una corriente invisible que nos aleja cada vez más de lo que una vez soñamos. Otros lo encuentran en las horas solitarias de la madrugada, cuando las sombras del cuarto parecen más familiares que las personas con las que compartimos el día. Y luego están aquellos que, como Manuel, descubren que el abismo no es externo, sino que vive dentro de ellos, en sus pensamientos, en sus silencios, en los caminos que nunca tomaron.