"Quiero una historia de amor" reclamó Samantha Jefferson a su madre. La pequeña Sam solo tenía nueve años. Su madre rió con dulzura. "Llegará, a su tiempo" dijo su madre. Tratando de animarla. "Ahora ve a jugar". Le dijo. "¿Cuándo será tiempo?" Preguntó Sam, quién no aceptaba tener que esperar. "No lo sabemos, unos están listos antes que otros... en diferentes edades, pues no hay edad para amar" le dijo su madre. Sam sonrió, satisfecha. Cinco años más tarde Christina Jefferson, la madre de Sam falleció en un accidente automovilístico. Ella jamás quiso mencionar nada acerca de su madre. Pues la extrañaba. "Debemos continuar amor" Dijo Alex Jefferson, su padre. "Tú y yo hija... podremos" besó su frente y soltó una lágrima. Ella recordaba las cosas que su madre le decía cuando era pequeña. No comprendía cómo una sola mujer podía ser tan sabia, tan lista... pero bueno, era su madre. Así son las madres. Todas las noches se repetía un consejo diferente que ella le había dado. Y una noche en particular, la noche de su cumpleaños número diecisiete, se repitió el que más marcó su vida. "No lo sabemos, unos están listos antes que otros... en diferentes edades, pues no hay edad para amar" Ella no lo creyó relevante... no todavía. Espero les guste tanto como a mi. -Voony Shadows