Un día pensando en el ser humano, sobre lo que estamos formados, nuestro cuerpo, nuestros órganos... Me he dado cuenta de algo. Me he dado cuenta de que tenemos dos ojos, dos brazos, dos manos, dos pulmones... De que la mayoría de las partes de nuestro cuerpo tenemos dos de cada, aunque sólo tengamos una de cada de otras partes. Me he parado a pensar sobre un órgano, el corazón, esa parte de nuestro cuerpo con el cual muchas veces nos dejamos guiar y que nos lleva, sobre todo en una etapa de la vida de las personas. He visto que nuestro corazón no tiene la forma con la cual lo solemos dibujar, tiene otra forma, equivale a la mitad del corazón que dibujamos. Pero me he fijado que juntando dos corazones forman un corazón entero, completo, como el que dibujamos. Será por eso la razón de que buscamos a nuestra otra mitad, porque estamos incompletos, porque nos falta algo, porque nos falta un corazón entero para poder latir más fuerte, un compañero que nos acompañe con el ritmo.