Él, el Biju más fuerte, que se suponía ahora descansaba en paz, de un momento a otro se encuentra con que tiene que cuidar a los hijos del mocoso. Aunque el trato era de dos días. "No es un trabajo difícil" diría cualquiera que no fuera visto como peluche por los mocosos segundos. Pero bueno, Kurama-chan aprendería que no todas las bestias detestan la inocencia pura de los niños. PD: esta historia ya está publicada por completo en mi fanfiction, lo que pasa que esta tiene menos faltas de ortografía^^'
10 parts