Harry recordaba la noche en que el destino había decidido juntarlo con Draco Malfoy. En ese entonces, el moreno desahogaba sus penas en el alcohol en un bar en Londres muggle. Draco llegó al mismo bar y por un deseo oculto sedujo a Harry. Lo que el par no sabía es qué tras esa noche de pasión su destino sería marcado. Tras una noche de alcohol ambos romperían los esquemas.