El había jugado con fuego. ¿Traición? Esa palabra recorría su mente mientras la esencia de su recuerdo la devastaba. Le odiaba ¿porqué? Seth Rollins había cruzado la de aquella confianza que con esfuerzo había construido. Nada sería igual. Esto era guerra, venganza. Sus ojos ardían tan cual dos intensas llamaradas de fuego a punto de estallar. April Adams le haría pagar por cada lagrima.