La vieja señora Sabiduría tiene el tiempo contando (108 de su límite de 110 años) para encontrar a su futuro sucesor o sucesora y para ello ha obsequiado al mundo espíritus que procuran ayudar a la gente, pero el verdadero propósito de éstos es encontrar a alguien que descifre el significado de cada uno en la vida.
¿Podrán estos espíritus encontrar a alguien capaz de suplir a Sabiduría a
tiempo?
Pero aún hay otro problema, ellos necesitan un cuerpo humano para existir en plano físico, y como todo humano tienen sentimientos, errores, dolor y miedo, una agravante más en la lista para lograr su cometido.