¿Será el placer de la sodomía que la llevó a querer más? O fue la mente de Villareal que la engañó para hacerle sentir que necesitaba más... Nada en concreto, nada serio, nada es para siempre.
Mónica estudia Psicología, una noche es secuestrada y a la noche siguiente tiene el sexo de su vida en la Red Room. Los días son para la sensibilidad y educación, las noches son para los secretos que le susurra Villareal a sus oídos mientras la coge sin aburrición.
Fetiches de cientos están aquí, y las sorpresas, para mí, son un estilo al qué llevar aquí.