NO SOY CAPERUCITA ROJA
Todo el mundo ha soñado alguna vez con cambiar de aires, mudarse a una gran ciudad o a algún lugar donde simplemente no te conozca nadie, pero siempre pensando "este lugar es para mí, aquí encajaré", yo dejaré huella.
Eso pensaba Alexandra hasta que conoció a un imbécil realmente irresistible que la trataba como si fuera un pedazo de carne sin cerebro y créeme cuando te digo que para Alex no hay mayor insulto que ser un trozo de carne, una puta Barbie.
- ¡Bonita chaqueta!
- ¡Gracias!... Oh! Pero si solo eres tú.
- Mmm... Lo dices como si fuera un insulto.
- Sencillamente puedes tomarlo como tal.
- Caperucita roja, ¿no te enseñaron a respetar a tus mayores?
- ¡¿A quién llamas tú caperucita roja?!
- No sé porque te ofendes, caperucita estaba buena.
- ¿Qué tipo de libro leíste tú?
- Uno en el que el lobo se comía a caperucita y créeme, ella disfrutaba de eso.
- ¡Eres un puto pervertido!
- Entonces... ¿eso es un sí?
- Sigue soñando.
Cuenta la leyenda que cada mil años nace una luna tan fuerte y salvaje que ningún alfa puede controlarla. Una auténtica líder que amenaza las costumbres patriarcales que han imperado en nuestros clanes generación tras generación. Una luna destinada a la grandeza y perseguida hasta la desaparición.