Marry Collins nunca fue una chica de la cual su familia pudiese estar orgullosa, de hecho llegó a pisar dos veces una correccional para menores, pero ella se dio cuenta que habría desperdiciado su vida en estos cuando esta se estaba desmoronando frente a sus ojos. Al salir se toparía con una nueva epidemia que la pondría a prueba hasta en los más mínimos detalles, en busca de la supervivencia.