Los humanos son vulnerables, frágiles y dependientes, criaturas efímeras que sufren el paso del tiempo y la muerte. El agua en cambio, es algo distinto. Es algo permanece y con ella el recuerdo de las almas. El elemento que representa la pureza, la claridad y lo correcto. Sin embargo, hace mucho tiempo, algo cambió y decidió sacrificarlo todo a cambio de conservar una vida humana. Aún recuerda el día en que ocurrió, aquella alusión permanece vívida como la eternidad que pasa ante sus ojos. Y aquel que quedará eternamente guardado en la memoria del agua... (Esta historia ha sido creada para el Concurso Literario Elementales, en su segunda edición.)