Gaby le sonrió a Alma por el espejo retrovisor, pero Alma la ignoró. Si no fuera por Alma, Gaby estaba segura de que ahora estaría en la oficina de Sor Joan, también conocida como "el calabozo", tratando de explicar qué hacía un gato en su mochila. Gaby abrió el zíper para que Pluma tomara aire. De pronto, Pluma sacó la pata de la mochila y la movió como si quisiera que Gaby entrara en razón. Funcionó. Gaby pestañeó. ¿De veras había ocultado un gato en su mochila? La evidencia estaba en los hilos azul marino sueltos de sus suéter. De pronto, sintió una ola de calor. Se quitó el suéter desgarrado. ¿Cómo iba a cuidar a Pluma? ¿Cómo la iba a ocultar de su padre? ¿Y cómo iba a arreglar el suéter?