Aquí va la historia de un corazón que poco a poco va muriendo porque supo entender a tiempo que rápido estaba desvaneciendo. Si eres alguien que diste hasta el aire, los latidos y cada fibra de ti en nombre del amor, es seguro que algo aquí te identifique y, si no pasa eso, de seguro, aun no has amado perdidamente... y qué bueno, porque el amor, al final duele tanto como prenderse fuego delante de una corriente de agua.