Muchos me conocen, pero pocos saben quien soy. La gente te da consejos, te anima, te habla... Pero lo que no sabes es que hay veces que solo necesitas que se pongan en tu lugar, que te escuchen y te abracen hastavque se te sequen los ojos y se quiebre la voz. No quiero que me digan que lo que hago está mal, que ya lo superaré, que llegará un punt en el que nada de esto dolerá. Pero ellos no saben como me siento, a todo lo que tengo que renunciar, a que todas mis expectativas se caigan a pedazos. Nadie parece comprender todo eso. Y es verdad; nadie lo comprende. Y es que cada uno sufre de una manera y por un motivo. No podemos llegar a comprender como se sienten los demas, aunque sepamos todo lo sucedido. Lo único que podemos hacer, lo único que yo quiero en estos momentos, es que alguien me abrace y no diga nada, que solo esté ahí.All Rights Reserved
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